Una buena alimentación para lograr eficiencia laboral y crecimiento empresarial.
Es muy importante mantener una alimentación equilibrada y variada porque influye directamente en la productividad, compromiso y eficiencia, experimentando el más alto nivel de bienestar físico y mental de los trabajadores.
Para ello, es muy importante que se cubran las necesidades energéticas de cada persona en particular, teniendo en cuenta la calidad y cantidad necesaria de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) como de micronutrientes (vitaminas y minerales) que necesitan.
En ese sentido la gastronomía se debe adaptar a las necesidades de los empleados, dependiendo tanto del trabajo que realizan como la variedad de platos que contemplen mayor o menor calorías.
Está claro que el efecto de una alimentación saludable es muy positivo y se debe entender que comer sano no es una dieta, sino un estilo de vida que mejora la salud y colabora directamente en el progreso.
Sobre todo comprendiendo que un trabajador sano y alimentado correctamente es más eficiente, está alerta y pleno de energía, se disminuyen los riesgos de sufrir accidentes y se manejan mejor las situaciones de estrés.
Lo anterior nombrado se traduce en reducción de días de enfermedad, accidentes laborales, ausentismo laboral y se logrará mayor productividad y satisfacción en el trabajo que contribuirá en mejorar la imagen de la empresa y su reputación.