¡Llegó el verano!

¡Llegó el verano y vamos a pasar más tiempo al sol! Mantener una buena alimentación, fresca y balanceada, es clave para no ser víctimas de esta temporada.

Las ensaladas están dentro de las opciones más elegidas en el almuerzo y la cena. Para que sean completas y nutritivas es importante que contengan, además de verduras de diferentes colores, algún tipo de carne como por ejemplo: trocitos de pollo, atún, kani kama, etc. Además se puede agregar queso, jamón, aceitunas, legumbres, arroz, fideos, frutas secas o cuadraditos de pan tostado.

El salpicón de ave con verduras es un buen plato de verano. La tarta es otra opción, preferentemente sin la masa de arriba; puede estar rellena con brócoli, choclo, acelga, atún o pollo, entre otras opciones. Los tomates rellenos con arroz y atún son otra posibilidad.

Otra alternativa son los sandwiches livianos, con pan árabe o integral, rellenos con tomate, rúcula, zanahoria rallada, cebolla, palmitos, pollo desmenuzado o atún, untado con mayonesa light o queso untable descremado.

Por otra parte, las pastas también pueden utilizarse, pero en vez de servirse calientes, la idea es incorporarlas frías, como los fideos que van muy bien mezclados con tomates, albahaca, parmesano rallado, un poco de aceite de oliva, o bien en algún salteado con verduras y pollo en trocitos.

Las frutas bien frías nos aportan sensación de frescura y saciedad, ayudan a mantener el cuerpo hidratado y son livianas, por lo que resultan una buena opción entre comidas.

Para el desayuno y la merienda, ingerir algo frío e hidratante es la mejor opción. Los lácteos (leche, yogur, postres de leche) pueden reemplazar a las infusiones calientes que uno prefiere en invierno. Un licuado o un jugo de frutas, acompañado con dos tostadas con mermelada y queso crema light, es una buena elección. Otra posibilidad es un yogur con cereales, que aporta mucha energía, con vitaminas y minerales.

La hidratación es fundamental cuando hace mucho calor. Si cuesta tomar agua sola, se puede tomar gasificada, con limón, en jugos dietéticos. Las aguas saborizadas reducidas en azúcares pueden ser otra buena opción. Además pueden consumirse otros líquidos como jugos naturales de frutas e infusiones frías y evitar las bebidas alcohólicas ya que tienen efecto diurético que aumentan el riesgo de una posible deshidratación y tienen más efectos secundarios cuando las temperaturas son altas.

Los menúes de A Cuatro Fuegos son diseñados por nuestra nutricionista, Eugenia Pogostkin, quien tiene en cuenta la armonía nutricional de cada menú, para lograr una comida completa y nutritiva de acuerdo a cada estación del año, lo que asegura que nuestros platos sean siempre bien balanceados.