¿Sabías que podés proteger tu organismo comiendo?
La alimentación puede reforzar nuestro sistema inmunológico. Una dieta balanceada es capaz de proveer todos y cada uno de los nutrientes que el cuerpo necesita. Esto garantiza el equilibrio interno del mismo y una mejor respuesta de las funciones de nuestro organismo.
Te sugerimos algunos tips que pueden ayudarte:
✅ Reducí las grasas saturadas de tu alimentación:
Las dietas con gran cantidad de grasas reducen la capacidad defensiva del organismo. Reemplazá manteca, margarina, snacks, galletitas dulces, alfajores golosinas y comidas rápidas, por omega 3, omega 6 y omega 9, que ayudan a prevenir enfermedades y se encuentran en pescados de mar, mariscos, frutos secos, aceite y semillas, soja, y cereales enteros o integrales en general.
✅ Aumentá el consumo de lácteos como leches cultivadas y yogures:
Su ingesta regular genera anticuerpos en el intestino y previene las intoxicaciones alimentarias. Además contribuye a aumentar las defensas y a reforzar la flora digestiva.
✅ Llevá una dieta balanceada tanto en vitaminas como en minerales:
🍊 Vitamina C: esta vitamina que reduce el estrés oxidativo, la presencia de radicales libres y mejora la inmunidad. Es una “barrera natural” contra las infecciones. La encontramos en cítricos en general, kiwi, ananá, melón, frutilla, guayaba, tomate, pimiento, coles (brócoli, coliflor, repollitos de Bruselas), berro, espinaca, entre otras frutas y verduras.
🌽 Vitamina E: es considerada como una vitamina antioxidante, que aumenta la respuesta inmunológica frente a diferentes infecciones y protege al organismo de enfermedades infecciosas, neurológicas y cardiovasculares. Son fuente de esta vitamina: los aceites (de soja, girasol, oliva, maíz), germen de trigo, cereales integrales, frutos secos y vegetales de hojas verdes.
🥚 Vitamina A: mejora y aumenta la defensa inmunitaria de la piel y de las mucosas de diferentes tejidos del cuerpo. Se encuentra en: hígado, pescados grasos, huevo, leche y sus derivados lácteos También en algunas hortalizas de color amarillo, naranja, rojo y verde como zanahoria, zapallo, calabaza, ají, tomate, acelga, espinaca, brócoli y batata, entre otros, y en frutas de color amarillo, naranja y rojo como naranja, mandarina, durazno, damasco, sandía, melón, papaya y mango. Todas estas frutas y verduras contienen beta-carotenos (sustancia precursora de la vitamina A).
🥬 Vitamina del complejo B: la falta de estas vitaminas pueden provocar la disminución de defensas en el organismo. El ácido fólico (vitamina B9) se localiza mayormente en verduras de hojas verdes, legumbres, frutas, cereales enteros, levadura de cerveza. La vitamina B12, tiene su mayor concentración en el hígado y los mariscos, encontrándose también en la carne, pescado, huevos y productos lácteos.
🥩 Hierro: su carencia perjudica especialmente a jóvenes y mujeres embarazadas; puede producir anemia que reduce la reproducción celular, lo cual disminuye la respuesta inmunitaria, ante un agente patógeno. Se puede encontrar en las carnes y sus derivados, pescados, huevo, vegetales de hoja verde y legumbres. Para aprovechar mejor el hierro de origen vegetal, puedes consumir una fruta cítrica (naranja, mandarina, pomelo, etc.) o un vaso de jugo natural exprimido inmediatamente después de haber comido o aderezar la preparación con limón. En cambio, su absorción disminuye cuando se consumen al mismo tiempo alimentos con hierro que otros que contengan fibra, café, té, y suplementos de calcio.
🐟 Zinc: su déficit es más común en niños, mujeres embarazadas y lactantes, ancianos y personas vegetarianas o que hacen dietas bajas en calorías. También influye el consumo de tabaco. La falta de zinc afecta a los órganos linfáticos y a la respuesta inmunológica. Son fuente de zinc el hígado, mariscos, legumbres, frutos secos, carnes, pescados, huevos, lácteos, cereales y algunas frutas y verduras.
🦐 Selenio: la carencia de selenio produce una disminución en la función bactericida de las defensas naturales frente a ciertas toxinas. Alimentos ricos en este nutriente: pescados, mariscos, carne, cereales integrales, huevos, frutas y verduras.
🥣 Cobre: micromineral que también interviene en el sistema inmunológico. Las fuentes alimentarias de cobre son hígado, riñón, mariscos, legumbres, nueces, semillas, salvado de trigo, cereales integrales, productos con cacao y pasas de uvas.
🥗 Magnesio: mineral importante para el funcionamiento de los sistemas nervioso y muscular. Participa en la producción y transporte de energía y refuerza el sistema de defensas del cuerpo. Se encuentra en hortalizas de hoja verde intenso, frutas secas y semillas, cereales integrales, salvado, germen de trigo, legumbres.
🧄 Compuestos azufrados: son un grupo de fitoquímicos presentes en el ajo, cebolla, puerro y coles. Contribuyen a mantener saludable la función inmune. Además podrían ayudar a reforzar la detoxificación de compuestos no deseados para el organismo.
Una alimentación balanceada es la base de la salud pero no te olvides de mantener hidratarte bien, hacer ejercicio físico y descansar para conservar tus defensas al 100% y reducir la probabilidad de enfermarte.
Nuestros menúes son diseñados por la licenciada en nutrición clínica y deportiva Eugenia Pogostkin, quien tiene en cuenta la armonía nutricional de cada plato, para lograr una comida completa y nutritiva, lo que asegura que sean siempre bien balanceados y ayuden a aumentar tus defensas.